#El tercer milagro
Al día siguiente después del almuerzo nos daba clase Trunchbull y mientras preguntaba a un niño una multiplicación, Nigel empezó a gritar.
La tiza estaba escribiendo en la pizarra... La Trunchbull se desmayó por lo que había escrito, y cinco profesores la llevaron a la enfermería. Honey borró la pizarra y todos los niños se fueron al patio. Al pasar Matilda por su lado Honey le dio un beso.
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